POR ALGO PASAN LAS COSAS: LA CAUSA RAÍZ

En la gestión de riesgos una de las actividades fundamentales es la identificación de los riesgos. Con una correcta identificación estaremos construyendo una buena base para las fases siguientes. Para lograr el éxito en esta primera fase es necesario que sea realizada por profesionales que tengan el conocimiento y la habilidad para identificar y describir correctamente los riesgos. También es relevante utilizar las técnicas apropiadas según el contexto externo e interno de la organización que realiza la gestión de riesgos.

Una información básica que se debe generar con la identificación de cada riesgo es la causa raíz del riesgo, ya que con esta información se podrá definir las medidas de control para eliminar / disminuir la probabilidad de ocurrencia y/o para disminuir el impacto que tendría si se materializa.

Sin embargo, establecer la causa raíz de un riesgo no siempre es una actividad trivial. A veces la causa raíz puede estar escondida bajo un montón de suposiciones o creencias que nos desvían en la búsqueda o solo nos dejan ver la cáscara del problema de fondo. Es decir, nos podemos quedar solo con los síntomas del problema sin descubrir por qué se pueden presentar.

Hay que tener presente que cuando la causa raíz corresponde a un factor interno de la organización, un buen análisis nos debe llevar hasta el último nivel que pueda gatillar el evento. Sin embargo, si la causa raíz corresponde a un factor externo a la organización para gestionarla nos bastaría llegar hasta el nivel que podamos controlar. Por ejemplo, si nuestro riesgo identificado es no poder realizar un servicio de mantenimiento para un cliente debido a que no hay mano de obra calificada en el mercado, no tiene sentido seguir el análisis para identificar las causas que generarían esta situación ya que no podremos actuar sobre esa causa. Pero, ojo, porque con más información, sí podemos mejorar la estimación de la probabilidad de ocurrencia del evento, lo que podría ser relevante al momento de determinar la relevancia del riesgo.

Hay diversas técnicas para determinar la causa raíz que son más o menos apropiadas para cada caso según las diversas características de la situación en que nos encontremos. Algunas técnicas son: “Los 5 por qué”, “Análisis de cambios” y “Diagrama de Ishikawa”. A pesar de que estas técnicas se usan principalmente para identificar la causa raíz de un evento que sucedió, también sirven para identificar las causa raíz de un evento que no ha ocurrido y que tiene el potencial de ocurrir. Aunque en este caso deberíamos hablar de “causas raíz” ya que el evento, mientras sea potencial, podría tener más de una causa raíz.

Por ejemplo, si nuestro riesgo es que un producto comestible se descomponga, esto puede tener como causa raíz: (1) la fecha de vencimiento del producto y (2) un corte de energía que deje mi refrigerador fuera de funcionamiento durante 8 horas.
Si un evento potencial tiene más de una causa raíz, este debe ser tratado como dos riesgos diferentes ya que las medidas de control de cada causa raíz serán diferentes en uno y en otro caso.

Una ayuda significativa para la organización es contar con catálogos o registros de riesgos históricos aplicables a los procesos que se están analizando y en los que se identifique la causa raíz.

¿Tu organización tiene catálogos de riesgos?